Grecia. Intervención de Niko Maziotis durante el 7 y 8 de Junio 2012 en las jornada «Por la lucha y la revolucion»
Como parte del llamado internacional de solidaridad con los procesados por Lucha Revolucionaria para el 22, 23 y 24 de Noviembre del 2012 publicamos la pasada intervención del compañero Niko Mazioti, quien asumió responsabilidad política por su participación en Lucha Revolucionaria y tras cumplir 18 meses en prisión enfrento un juicio, el cual decidió evadir asumiendo la clandestinidad junto con su compañera y su pequeño hijo
(Texto sacado desde el segundo folleto de Lucha Revolucionaria)
Intervención de Nikos Maziotis.
Primeramente, damos la bienvenida a todos los compañeros que se encuentran hoy aquí, particularmente a los compañeros de Europa que han aceptado la invitación para hablar en este evento. De algún modo este evento es la continuación de aquel que organizamos hace unos meses este mismo año en la universidad politécnica de Atenas, donde presentamos la acción de L.R. nosotros mismos, miembros del grupo, y también la cuestión sobre la perspectiva revolucionaria actual con vistas a organizar un movimiento revolucionario que se apodere de la gran oportunidad, como creemos que es, de la presente crisis multidimensional del sistema para intentar hacer una revolución social para derribar
al capitalismo, a la economía de mercado y al Estado.
Por supuesto, la cuestión de la perspectiva revolucionaria no concierne solo a Grecia, que actualmente es un conejillo de Indias de la élite económica transnacional, continua con la toma del Poder por la Troika (FMI, BCE, UE) durante los dos últimos años, con lo que es esperable que en el futuro cercano habrá una bancarrota y un colapso de la eurozona. También concierne a Europa
en su totalidad desde que otros países han caído bajo el Poder de la élite económica transnacional, tales como Portugal e Irlanda y les seguirán otros también– quizás España e Italia. Concierne a Europa completamente porque la crisis de la deuda estácontagiando a sus países, y no sólo a los económicamente débiles, como aquellos del sur de Europa.
El evento de hoy fue sugerido a partir de la acción y del pensamiento producido por L. R., que operó como organización entre 2003 y 2010, y más tarde por los pensamientos que continuamos expresando durante el tiempo que estuvimos
en prisión y ahora que estamos temporalmente libres, están inseparablemente unidos a los problemas de nuestro tiempo, inseparablemente unidos a la actual crisis sistémica y a la posibilidad de subversión y revolución en respuesta a ésta.
En este evento era obvio que teníamos que invitar a los compañeros que habían aceptado la llamada de solidaridad internacional a nuestro juicio, al juicio de L.R. Compañeros que han luchado en el ámbito de la lucha armada y que han seguido defendiendo sus acciones y sus posiciones de no arrepentimiento pagando por ello con muchos años de cárcel.
Nuestra posición como L.R., es que la lucha armada es una parte integral de la lucha por el derrocamiento del capitalismo y por la revolución social. Como L.R. nuestra posición es que no hay revolución social posible sin el recurso a las armas. Especialmente hoy creemos que la lucha armada es más necesaria que
nunca y más oportuna en vista a la crisis sistémica, pero existen condiciones muy diferentes de la era de la rebelión occidental de los 70 y 80, cuando las BrigadasRojas estaban activas, la RAF, el Movimiento Dos de Junio y las Células Comunistas Combatientes. Como dijimos en nuestra llamada internacional de solidaridad en diciembre del 2010 cuando estábamos encarcelados, las condiciones bajo las que los compañeros en el ámbito de la lucha armada actuaron en aquel momento, eran muy diferentes de las condiciones actuales bajo las que ha actuado L.R., existía la competencia entre los EE.UU. y la U.R.S.S. y sus sistemas políticos
– económicos, competencia entre el capitalismo occidental y el bloque soviético.
En aquel momento Europa estaba en un estado de transición. En 1970 el modelo de desarrollo dominante era el keynesianismo, la intervención gubernamental en la economía, existía el estado del bienestar y el pleno empleo, mientras que a nivel político había un compromiso de clase entre el Capital y la clase trabajadora que
fue punta de lanza de los grandes sindicatos, la izquierda y los partidos socialdemócratas que controlaban los mismos.
Las condiciones en las que L.R. actuó, aproximadamente 25 años después, son muy diferentes. La dictadura de los mercados ha sido impuesta y se ha establecido mientras la guerra contra el “terrorismo” ha sido anunciada por Estados Unidos en 2001, después de los ataques contra ellos. Y bajo nuestro punto de
vista, como ya hemos dicho, la dictadura de los mercados y la guerra contra el “terrorismo” son dos caras de la misma moneda.
El sistema, para forzar y defender el totalitarismo de mercado, tiende políticamente a formas más totalitarias de gestión, cosa que enfatizamos al comienzo de la acción de nuestra organización en 2004, en la primera declaración de la organización. Fue parte de nuestro análisis, y creímos que fue imperiosa nuestra elección de lucha armada como forma de lucha en las condiciones predominantes en un tiempo difícil, cuando en Grecia se habían realizado arrestos de los grupos armados revolucionarios 17 de Noviembre y ELA, en un momento en el que la lucha armada en Europa prácticamente había desaparecido, con la excepción de Italia, por ejemplo, con las nuevas Brigadas Rojas y los anarquistas insurreccionalistas.
El sistema intensifica su acción en dirección al aumento del autoritarismo y del totalitarismo que se confirmó con el paso de múltiples operaciones antiterroristas, las guerras en Afganistán e Irak como parte de la guerra contra el “terrorismo”, el incremento de la violencia policial estatal y la represión en los países de occidente incluida Grecia, la violenta sacudida de las olas de inmigrantes intentando entrar en Europa, la demonización de árabes y musulmanes como “potenciales terroristas”. El creciente autoritarismo estatal está en la misma línea que la tendencia del capital para imponer completamente su dictadura y no aceptar ningún control social ni limitación. En Europa, así como en EE.UU. estas condiciones existían y se establecieron hace años, mientras Grecia estaba menos desarrollada en estos aspectos. Pero después de la apertura del país a los mercados internacionales desde 1999 en adelante y con la participación en la eurozona desde 2002, el desarrollo se agilizó. En 2001 la primera ley antiterrorista fue votada y la segunda vino en 2004, como dije, los tribunales especiales se crearon a partir de los arrestos de las organizaciones armadas 17-N en 2002 y E.LA. en 2003, y se implantaron condiciones especiales, algo que ya era común en Europa pero que en Grecia fue una innovación. Las leyes y los acuerdos internacionales anti-terroristas se llevaron a cabo entre Grecia, EE.UU. y U.E. Hubo apoyo absoluto de Grecia en las guerras contra Afganistán e Irak, a través de la permisividad del uso de las bases militares en Souda (Creta), vitales para EE.UU. Toda clase de otras facilidades políticas y militares se suministraron adicionalmente por el país para la alianza de asesinos del Nuevo Orden. Al mismo tiempo, el gobierno griego legisló reformas neoliberales, que para nosotros están en conexión con la guerra contra el “terrorismo” y con la intensificación del autoritarismo de Estado en casa.
Así que en el primer periodo de actividad de la organización y hasta el estallido de la crisis financiera en 2007-2008, el foco estaba en la guerra contra el “terrorismo” y el incremento del autoritarismo estatal y las reformas neoliberales promovidas por los gobiernos. Después del estallido de la crisis, que comenzó como una crisis de deuda financiera y de deuda pública, atacando a Grecia con una ferocidad particular porque es económicamente más débil en relación con la excesiva cantidad de deuda y la débil estructura de producción del país, el foco de nuestra acción se desplazó hacia quienes consideramos responsables de la situación actual, tales como los bancos griegos y las multinacionales, personas y estructuras que han tenido un rol especial en el desarrollo de las condiciones políticas y económicas. Desafortunadamente no pudimos desarrollar nuestra estrategia en el momento justo para sabotear los planes de las élites económicas transnacionales y del gobierno griego, que estaba tratando de “rescatar” la economía griega situando ya desde entonces al país bajo el poder del F.M.I., B.C.E. y U.E., fuimos capturados, cosa importante para su soberanía ya que las acciones de L.R. hubieran estorbado sus planes.
En 2009 cuando la crisis ya había comenzado a afectar a Grecia, L.R. creía y todavía cree, que la única oportunidad para promover la revolución social se abrió porque el sistema perdió su consenso social previo. Y esto es cierto no solo para Grecia, esto ocurrió porque la crisis desató el ataque más brutal sobre la gente, contra los trabajadores, cometiendo el atraco a mano armada más brutal en la historia social y la redistribución más grande de bienes desde la base hacía lo más alto de la jerarquía social. Precisamente porque el sistema se bloqueó, porque perdió su habilidad para reproducirse, no tiene otro camino que el recurrir a la violencia y a la represión para sobrevivir. Para nosotros esto es un signo de alta debilidad.
La crisis del sistema es multidimensional. Aparte de la incapacidad para reproducirse financieramente, la crisis es política, social y ambiental. El sistema de democracia representativa ha sido desacreditado por una amplia parte de la sociedad porque está conectado indisolublemente al sistema de economía de mercado y a los responsables del sufrimiento experimentado por la gente. Esos responsables no son otros que la élite económica internacional y los representantes políticos, los partidos políticos, sobre todo los partidos en el Poder, que no han tenido otro propósito más que el de defender los intereses del capital.
La crisis del capitalismo ha instigado la crisis del sistema de democracia representativa y del Estado-nación. Especialmente hoy en Grecia, después de subyugar al país al poder de la Troika, han eliminado cualquier resto de soberanía del Estado griego – los bienes del pueblo griego que son gestionados por el Estado han pasado al control de los llamados prestamistas (la élite económica internacional) o se han hipotecado a los bancos para volver a pagar a los prestamistas. El parlamento simplemente ratifica el memorándum – en otras palabras, las órdenes del F.M.I., B.C.E., U.E. El desprecio de la mayoría de la sociedad griega hacia el sistema político es obvio por los amplios porcentajes de abstención política, de alrededor del 40% en las últimas elecciones parlamentarias. Por ello, teniendo en cuenta estas condiciones, en las que el sistema es obsoleto y vulnerable, se abren oportunidades para derrocarlo; la oportunidad para los rebeldes y para aquellos que quieran avanzar en la causa de la revolución social existe.
Quizá, realizando una breve presentación de las diferencias entre las condiciones bajo las que actuaron las guerrillas europeas occidentales hace tres o cuatro décadas y las condiciones actuales de la crisis sistémica, creemos que la
lucha armada es más oportuna y necesaria que nunca, y la ausencia de movimientos armados particularmente en Europa y en países desarrollados hoy en día ayuda al Capital a imponer su dictadura. Esto parece paradójico hoy, pero refleja la ausencia de movimientos revolucionarios organizados a todos los niveles hoy en día. Durante un tiempo existieron movimientos fuertes, pero el Sistema no era tan vulnerable como hoy, no existía una voluntad política para derrocarlo, y ahora que en nuestra opinión existen las condiciones objetivas el factor subjetivo es escaso, por ejemplo, la existencia de movimientos revolucionarios. En nuestra opinión, esto es una consecuencia de la derrota de los movimientos hace tres o cuatro décadas.
Durante la explosión del 68 en lugar de intentar atacar y derro-
car totalmente el capitalismo, los movimientos sociales optaron por una lucha defensiva, por la defensa de los derechos ya conquistados, cuando el sistema comenzó su primera reforma neoliberal a finales de los 70 atacando conquistas del movimiento obrero. La decadencia de los movimientos a la par que la derrota de las organizaciones armadas, ocurrida al mismo tiempo, tuvo consecuencias profundas en los sufrimientos de hoy en día. Consecuencias que están relacionadas con el confusionismo y la desorientación de los movimientos hoy en día, con la extensión del “alternativismo” y de “movimientos” que se focalizan en grupos con temáticas específicas y sobre asuntos que afectan a algunos aspectos del Sistema, tales como la ecología y el desarrollo, derechos de los animales, ocupaciones de casas, energía nuclear, asuntos que han establecido como su prioridad la cultura, la sexualidad, el barrio o luchas locales. Carecen de una política central que se encamine hacia una intervención central y que apunte al gobierno central y al Estado. En esta sentido el proyecto revolucionario, aunque puede que algunos todavía lo identifiquen como tal, pierde el sentido, se vuelve vacío, un hechizo.
Porque la revolución social significa tener como objetivo una política central que apunte al ataque contra el Estado, el gobierno y el poder económico, buscando el derrocamiento del poder económico y político y su sustitución. La revolución pone en su centro la cuestión del Poder y la totalidad de la gestión de los asuntos
sociales y no tiene relación con problemas específicos que afectan a algunos aspectos del sistema.
Creemos que la era en la que vivimos hoy a causa de la crisis sistémica, trae a la vanguardia la cuestión de la perspectiva revolucionaria y esto por lo tanto requiere la creación de movimientos revolucionarios. Y en este contexto, la cuestión de la lucha armada, el contraataque popular y proletario armado es más importante y necesario que nunca.