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Grecia. Escrito de Spiros Dravilas en huelga de hambre exigiendo su salida a la calle

come-un-uomo-sulla-terra-bPor un respiro de libertad

Ya que la injusticia que estoy sufriendo y la furia vengativa de las autoridades policiales-jurídicas no me dejan ni un trozo de paciencia más, he decidido recurrir a un extremo medio de lucha que es la huelga de hambre hasta que me hagan justicia.

Hace varios meses, al haber cumplido y de hecho sobrepasado el tiempo de encarcelamiento previsto para que me otorgan el permiso, el Estado y las autoridades persecutorias actuando en contra de cualquier lógica, me trataron con su manía vengativa, rechazando una después la otra todas las peticiones por el derecho al permiso que me corresponde.

Utilizaron, desde luego, el ridículo pretexto de que más adelante tendré que estar observado y que tal vez podría cometer unos delitos más. Indignado sobre esa flagrante injusticia contra mi persona, he optado por luchar poniendo en juego mi propia vida e iniciar una huelga de hambre.

Debido a mis problemas de salud (de golpe cayó mi nivel de azúcar), dentro de tan sólo 3 días fui trasladado de la cárcel de Domokos al hospital carcelario de Koridallos. Allí continué mi huelga de hambre y después de recibir ciertas garantías y afirmaciones, he suspendido mi lucha. De hecho un poco más tarde me concedieron el primer permiso después muchos años de cárcel,.

Lo mismo pasó cuando vino el turno para segundo permiso. En ambos casos volví a la cárcel normalmente, dentro de los marcos del tiempo previstos. De este modo se desmintió la ridícula afirmación de la fiscal que, como si fuera Casandra, iba profetizando que probablemente voy a cometer nuevos delitos.

A pesar de todo eso, cuando llegó la hora de obtener mi tercero permiso (al que tengo derecho según la ley), como por arte de magia aparecen unas nuevas actas de acusación, aunque con una vieja fecha (2007), por mi supuesta participación en un atraco al banco en Nafplio. Pues, me presento frente del fiscal de Nafplio, el cual al darse cuenta de que se trata de unas evidentes mentiras en mi contra (una llamada telefónica anónima que me señala como perpetrador de aquel atraco), decide no ordenar la prisión preventiva. Además, hasta los análisis del laboratorio (pruebas de ADN) muestran mi incontrovertible inocencia. A pesar de todo eso, con el pretexto de que me espera un juicio, la fiscalía carcelaria suspende el otorgamiento de mis permisos. Es decir, si fuera en libertad, el fiscal de Nafplio no me metiera en la cárcel, pero ya que estoy encarcelado, me están privando de una manera fascista de aquello pequeño respiro de libertad al cual tengo derecho. Sin embargo, esta no es la primera vez que me tropiezo con las absurdidades judiciales. Hace años me pasó lo mismo cuando estaba preso en Alikarnassos. También en aquel entonces “aparecieron” unas nuevas actas de acusación por delitos graves, actas que me quitaron el derecho al permiso. Pero cuando se celebró el juicio fui absuelto de todas las acusaciones. Por supuesto que todas esas arbitrariedades me han privado de años y años de libertad. Y como dicen “la historia que se repite dos veces, queda registrada solamente como una farsa”. Por lo tanto, no estoy dispuesto de tomar parte en vuestra farsa señores penitenciarios, jueces y policías. No voy a entregar mis derechos a vuestros apetitos vengativos. Y todo eso viene como una total contradicción con las recientes declaraciones del ministro de la policía Dendias que, mientras por un lado habló sobre la obstrucción del justicia, queriendo chantajear en favor de promover y acelerar unos juicios rápidos donde los acusados no tendrán tiempo ni siquiera para prepararse y las sentencias serán predeterminadas, por otro lado sí que hay decenas de gente que siguen en prisión preventiva durante dos años y más sin juicio, atrapados en un caos burocrático de actas acusatorias que no tienen fin.

Y la vida sigue lentamente y fijamente, contando sin emoción días y años entre carpetas y sumarios. Por lo tanto yo, debido a una farsa judicial de mal gusto y a unas actas olvidadas del año 2007, sigo encarcelado a pesar de que el fiscal no ha ordenado mi puesta en prisión preventiva, sigo como rehén de la burocracia y de las finalidades vengativas de algunos superiores de la avenida Aleksandras (Comisaría Central de Atenas).

En mi vida no aprendí agachar la cabeza ni tragarme la injusticia. Por esto, a partir del día de hoy, lunes 4 de febrero, estoy iniciando huelga de hambre hasta que se me haga justicia, hasta que me devuelvan el derecho al permiso que me han robado y hasta que conquistare un respiro de libertad al cual tengo derecho después tantos años de estancia en las mazmorras del sistema “correccional” griego.

Spiros Dravilas
Cárcel de Domokos

Mas info: Grecia. Spyros Dravilas en huelga de hambre…

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